martes, 27 de septiembre de 2011

GRACIAS JESÚS





Mi amado Hermano, Jesús mío, vengo a decirte gracias, porque me concediste lo que te pedí. Si bien no fue exactamente, lo que hiciste sirvió para que yo pasara un día tranquilo, pude volver pronto a mi casa y dormir una buena siesta.
 El único problema fue que a la tarde como desconecté el teléfono tenía un mensaje de mi mamá en mal tono por supuesto, en el que me avisaba de un llamado que tuve en su casa.
 Eso ya sirvió para que me pusiera inquieta y pensara que esto no se va a terminar nunca. No sé exactamente por qué llamó, aparentemente por el llamado que recibió pero si yo hubiera atendido quizás... bueno, no sé. Yo hoy además de agradecerte de evitarme el encuentro con ella y todo los trámites que debíamos hacer juntas, vengo a pedirte que la cuides, porque está enferma y no se deja cuidar por mí, tiene un rechazo increíble que me duele mucho que sea así, por eso te pido que no te alejes de ella y que si es posible esa enfermedad que tiene desaparezca o por lo menos no avance o quizás lo mejor sería que se dejara tratar, que alguien la lleve, si no quiere conmigo, que sea con otra persona, pero que tenga un tratamiento, porque sino el futuro va a ser muy oscuro para ambas.
 De todos modos, por lo de hoy, nuevamente gracias Jesús, pude descansar un día de la extrema presión que recibí los días anteriores. Te amo Jesús, mi Hermano, mi Amigo, abrazá a todos mis seres queridos que están a tu lado en mi nombre, especialmente a mi hija, mi papá y mi hermano.


Melan.



No hay comentarios:

Publicar un comentario